ENFERMEDAD DE PARKINSON
Fisiopatología
La enfermedad de Parkinson (EP) es un proceso neurodegenerativo complejo de aparición en la edad adulta y es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente por detrás de la demencia tipo Alzheimer. La EP no es una enfermedad de una sola causa y un único mecanismo patogenético (o causante), sino que es la vía final común de muchas causas diferentes y tiene múltiples mecanismos patogenéticos. Los principales factores implicados en su aparición son: la edad, factores genéticos y ambientales. Cada paciente tiene una carga genética determinada, con factores favorecedores y factores protectores, al igual que una diferente forma de vivir, que puede influir en que la enfermedad aparezca o no durante su vida. En definitiva, la suma de estos factores da lugar a la pérdida de neuronas de una zona del cerebro denominada la sustancia negra, en su llamada “pars compacta” (SNpc), así como la presencia de inclusiones intracelulares llamadas cuerpos de Lewy, que están formados por agregados de una proteína denominada alfasinucleina, anormalmente plegada. Éstas neuronas fabrican una sustancia llamada dopamina, por eso se las conoce como neuronas dopaminérgicas. La dopamina es una sustancia necesaria para el correcto control de los movimientos. En el momento en que surgen los primeros síntomas de la enfermedad en un paciente, alrededor del 60% de las neuronas de la sustancia negra se han perdido (41).
La base fisiológica de la enfermedad de Parkinson es la alteración del funcionamiento normal del sistema de los ganglios de la base (GB) debido a la falta de dopamina, su principal sustancia moduladora. La dopamina es el principal neurotransmisor implicado en el control motor del cuerpo, entre otras funciones. Es la sustancia moduladora del sistema de los ganglios basales más importante, aunque no la única (41).
A través de los GB existen una serie de conexiones o circuitos paralelos con origen en distintas áreas de la corteza cerebral, y con funciones diferentes. De entre ellos, el circuito motor es el implicado en el correcto control del movimiento, siendo sus alteraciones responsables en gran parte de los síntomas de la EP. La muerte de neuronas dopaminérgicas que se produce en la enfermedad, se traduce en una falta de dopamina en los GB, y ésta da lugar a alteraciones e interrupciones en las conexiones normales de los GB hacia otras estructuras cerebrales, como son el tálamo y la corteza cerebral motora, hecho que clínicamente se manifiesta con los signos parkinsonianos (41).
Caso clínico
Paciente masculino de 82 años, diagnosticado de Enfermedad de Parkinson a los 70 años de edad. Empezó a preocuparse por su estado de salud cuando le temblaba la mano al apoyarse y manifiesta que con el tiempo, comenzó a presentar temblor en reposo, rigidez muscular en las extremidades, lentitud de los movimientos o bradicinesia, alteración de la postura y de los reflejos de enderezamiento, disminución del balanceo de los brazos al caminar, tendencia a arrastrar los pies al caminar, sensación de quedar pegado al suelo al tratar de iniciar la marcha, dificultades para girar sobre sí mismo, manifiesta que se cae constantemente, disminución del volumen de voz, aumento de la cantidad de saliva, alteraciones del sueño.
- Antecedentes patológicos: Artrosis, enfermedad de Dupuytren en ambas manos.
- y estenosis del canal medular.
- Antecedentes familiares: HTA padre y Alzheimer madre
- Antecedentes traumáticos: Fractura medial de húmero derecho (abierta).
- Antecedentes quirúrgicos: Prótesis en ambas rodillas.
- Antecedentes farmacológicos: Levodopa
Hallazgos del examen clínico:
Paciente que presenta FC: 61 ppm, FR: 20 rpm, T/A: 100/60 mmHg, T: 37°c, SO2: 95%, presenta disminución de la amplitud del tórax y de los volúmenes pulmonares, desacondicionamiento físico, observándose percepción de la fatiga de 6/10 al hacer cambios de posiciones, piel hidratada, con buena elasticidad, sin presencia de lesiones por presión, cicatriz de 6 cm en el segmento lateral medial del brazo.
Presenta alteraciones posturales, adoptando una postura en flexión, cabeza flexionada, hipercifosis, inclinación de tronco hacia delante, semi-flexión de las articulaciones de caderas, rodillas y tobillos, atrofia muscular en muslos y piernas bilaterales, rangos de movimientos disminuidos, debilidad muscular generalizada 3/5 (rango de movimiento completo, contra gravedad sin resistencia), no presenta alteraciones de la sensibilidad, tono muscular con notas de 1+ (aumento leve del tono, resistencia mínima, durante menos de la mitad del rango de movimiento), reflejos osteotendinosos bicipital, tricipital y estiloradial normales (normorreflexia), rotuliano y aquiliano aumentados (hiperreflexia), alteraciones de estabilidad y equilibrio en posición bípeda, con riesgo de caida, dificultad para levantarse de una silla sin ayuda, alteraciones severas de la marcha, necesitando asistencia para desplazase, utiliza actualmente caminador de cuatro puntos, imposibilidad de caminar más allá de 50 metros, no sube y baja escalones, requiere ayuda y supervisión en sus actividades básicas cotidianas como lavarse, cepillarse los dientes, peinarse, vestirse y cocinar, pero come por sí solo, temblor ocasional durante la valoración, leve hipocinesia y bradicinesia del cuerpo con enlentecimiento y pobreza de movimientos, reducción de la amplitud para movimientos de pinzas finas.
Estado mental muy bueno para su edad, sin deterioro intelectual, ni alteraciones del pensamiento, ni depresión, leves dificultades de memoria compatibles con falta de atención hacia los acontecimientos, presenta bradilalia y disartria hipocinética, pero se hace entender al hablar, aumento discreto pero evidente de la saliva (sialorrea) con babeos nocturnos, presencia de hiponimia moderada, labios separados ocasionalmente, su escritura es ininteligible.
Vive con su hija mayor y sus nietos, permanece al cuidado de personas durante las 24 horas, con apoyo de enfermera, solamente sale de su casa recibir tratamiento terapéutico en una institución de salud mental, transportado por los trabajadores de la misma. Refiere mantener un estado de tranquilidad a lo largo del día, siendo consciente de su enfermedad.
.